Es una lucha de todos los días cuando esta sensación de asfixia me toma sin aviso y quedo atrapada en mi propio cuerpo sin poder accionar. Me comen los pensamientos y no paro de juzgarme por ello. Recién hace poco pude ponerle nombre a esta sensación, ansiedad. En mi entorno estaba mal visto tener problemas de depresión. Incluso teniendo una madre con esta enfermedad diagnosticada y varios que no lo ponen en palabras pero también lo sufren. Hoy en día después de trabajarlo durante años con terápia, meditación, reiki, etc. voy teniendo algunas herramientas que me dan un alivio.